El crimen organizado se globalizó y ganó poder hasta el punto de que supone una amenaza mundial para la estabilidad y la paz, alertó la ONU.
"El crimen trasnacional se convirtió en una amenaza a la paz y al desarrollo, incluso a la soberanía de la naciones", advirtió el director de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Antonio María Costa, en el informe "La globalización del delito".
"Los criminales utilizan las armas y la violencia, pero también el dinero y los sobornos para comprar elecciones, políticos y poder, incluso también a los militares", asegura.
Las cifras que maneja la ONU son mareantes: el tráfico de cocaína supone 72,000 millones de dólares anuales; mientras que la heroína genera 55,000 millones, 6,600 millones el contrabando de inmigrantes, y 3,000 millones la trata de personas.