A pesar de caer por segunda ocasión, esta vez contra la selección turca, los dirigidos por el técnico Víctor René Mendieta demostraron casta y mejoraron su rendimiento, se plantaron bien en la cancha e hicieron su trabajo en la zona de recuperación, pero haber dejado un solo espacio les costó la única anotación del partido.
Ya para este encuentro no se notaba tanto nerviosismo y se veían más seguros, no regalaron espacios como en el primer encuentro contra Ucrania, y funcionaron en el 4-4-2. A pesar de que lucieron ordenados, el juego individual les ganaba la partida. Los ajustes realizados por el director técnico rindieron sus frutos y jugaron mejor.
Sin duda el jugador de este segundo encuentro fue su cancerbero José Calderón, un hombre de confianza para su zaga, bien colocado y seguro atrás. Esta vez las “torres gemelas”, exceptuando una mala entrega de Román Torres que por poco nos cuesta el segundo gol, lucieron bien definidas, y no dejaron espacios abiertos para hacerles fácil la vida a los turcos.
Panamá llegó, jugó de tú a tú, tuvo un primer tiempo muy bueno con oportunidades de gol que desperdiciaron. Es allí donde nuestra selección flaquea, donde no concretan las oportunidades que se les brindan. Así mismo es con los cobros de falta, no definimos bien para llevar el peligro a la portería ajena.
Nos falta ese hombre que llegue; nos falta todavía mucha creatividad; nos falta esa definición que acompañe a un equipo con una buena zaga y una zona de recuperación que maneje bien su encuentro. Hanamel Hill jugó bien, esa es su posición, a pesar de su estatura y su peso, trató de hacer las cosas bien, pero no hubo fútbol colectivo en esta selección.
La gran decepción de este mundial por parte de Panamá ha sido Luis Miguel Gallardo, el juvenil en quien todos depositaron su confianza, no ha estado en su mejor momento. Por la mente me pasaron muchas preguntas mientras lo veía jugar.. ¿Dónde está? ¿A dónde se fue la magia de este jugador? ¿Se quedó en Columbus?.. Pues, sabrá Dios. Lo que sí es cierto es que ha desaparecido de la cancha. Nos conmovieron sus declaraciones a la prensa al salir del encuentro, donde casi con lágrimas en los ojos demostró su vergüenza deportiva, pero no hay dudas de que éste era un paladín en la Sub 20.
Mañana será nuestra última cita en este mundial, nos enfrentaremos al invicto, a la selección de China.