Por primera vez en lo que lleva en Holanda, la selección Sub-20 dejó la concentración, pero no fue de compras, ni de turismo, el equipo panameño visitó un hospital para niños en la ciudad de Utrecht donde compartió con los pequeños, regalando pines y haciendo una demostración de toque y dominio de balón.
Ya pasó el golpe, el segundo del torneo, los jugadores tratan de levantar el ánimo tras la derrota ante Turquía.
Antes de la visita al centro médico la selección hizo piscina en horas de la mañana y entrenó a las seis de la tarde en su cuartel general.