Lágrimas, frustración y un dolor reinó ayer, martes, en la Catedral San Juan Bautista, en Penonomé, en el sepelio de tres de los cuatro jóvenes fulminados el domingo por un rayo en el campo de softbol de Llano Marín.
Amigos y familiares de los jóvenes, lamentaban este suceso, quienes por ir a recrearse a un campo de juego de softbol, fueron fulminados por un rayo, que además hirió a otros tres que ya están fuera de peligro.
El pasado domingo, a las 2: 45 p.m., un rayo impactó a siete jóvenes que iban a un juego de softbol; de esos, cuatro murieron instantáneamente.
Daniel Navas, de Llano Marín; Abdiel Coronado, David Castillo, de Cerro Centenario; y Franklin Rivas, de Cañaveral, murieron.
Ayer, en la catedral, se escuchaba el llanto inconsolable de viudas, madres, padres y hermanos.
DESPEDIDA: IGUAL TRISTEZA
Uno de ellos, Franklin Rivas, fue enterrado en Santa María, pero el dolor intenso es igual al vivido en la Catedral de Penonomé.