La obsesión que tenía Omar Moreno Campos por conquistar a Keyla Arango, de 21 años, lo llevó a degollarla con una "guillete" en el interior de uno de los cuartos de la pensión "Bella Vista", donde la mujer tenía cuatro meses de estar trabajando.
Keyla -quien dejó en la orfandad a una niña de 3 años- laboraba en el Hotel Bella Vista como recepcionista, pero también hacía funciones de camarera en la pensión donde fue asesinada, al lado del hotel, y del mismo dueño.
En el cuarto 116 de la pensión se habían hospedado tres personas y la muchacha fue a limpiarlo.
La víctima fue seguida sigilosamente por Moreno Campos, quien ingresó al cuarto, cerró la puerta y forcejeó con Arango.
En un principio la mujer se defendió y pidió auxilio, pero el hombre -quien presuntamente estaba bajo los efectos de las drogas- la golpeó con un objeto contundente y luego le cortó el cuello con una "guillete", informó una fuente.
BORRANDO HUELLAS
El asesino, al darse cuenta que su ropa estaba ensangrentada, tomó las prendas de vestir de los huéspedes y se cambió.
Mientras esto ocurría, en la parte de abajo de la pensión una mujer buscaba hospedaje, y oyó la voz de auxilio de Keyla. Entró al hotel y dio aviso a una de las dependientes, quien fue a la recepción e informó sobre la situación.
El personal acudió al lugar, pero no vieron nada en los pasillos. Minutos después, el asesino bajó de la pensión corriendo.
LA SOSPECHA
Una unidad del Tránsito que estaba cerca, lo vio bajar de manera sospechosa y le dio la voz de alto, pero el hombre corrió. La unidad policial avisó a otros compañeros y éstos lo capturaron en la esquina donde quedaba el Instituto Justo Arosemena, en Calidonia. Después aceptó el crimen.
ELLA LO HABIA DENUNCIADO
La madre de la hoy occisa gritaba: "Ella lo había denunciado a las autoridades". Los familiares dijeron que Keyla había dicho que hacía rato era acosada por un "piedrero" que entraba al hotel y a veces hasta se dormía en los alrededores.
La joven también se lo había dicho a uno de los jefes del local, quien al ser entrevistado por "Crítica" aceptó que el hotel no tiene agentes de seguridad y que era cierto que Keyla le había manifestado sobre la situación, pero ese "era un piedrero inofensivo", según dijo uno de los administradores del establecimiento.
Jorge Arango, padre de la víctima, aseguró que su hija no conocía a ese hombre, pero que sí le había dicho que un "piedrero" todas las noche entraba al hotel y que hasta subía al hotel.
La familia de la víctima esta desconsolada. El asesino tendrá que enfrentar la Ley. El hecho se suscitó alrededor del mediodía de ayer, martes.
La madre de Keyla sostiene que ella había pedido protección.
SEGURIDAD
El hombre, que parece "piedrero", entraba y salía del hotel, donde hasta se dormía, pero ahí no hay seguridad para controlar esas anomalías.