Lágrimas, frustración y un dolor indescriptible se vivió ayer en la Catedral San Juan Bautista de Penonomé, cuando familiares, amigos y deportistas dieron el último adiós a tres de los cuatro jóvenes que fueron fulminados el pasado domingo por un rayo en el campo de softbol de Llano Marín.
La catedral estaba repleta para despedir a Daniel Navas, Abdiel Coronado y David Castillo. El sepelio de Franklin Rivas se realizó en la comunidad de Santa María.