Hubo mucha gente. "La Macaraqueña" de la 24 de diciembre, no le cabía ni el clásico alfiler.
Y es que entre la gente del folklore, celebrar un año más de vida debe llevar un toque auténtico y Quike Cortéz, un empresario típico así lo hizo. Celebró a lo grande su rumba de cumplaeaños.
La fiesta recogió artista de la décima y el acordeón. Ulpiano fue uno de los invitados, pero en algunos momento se camuflageó entre el publico y se tomó un tragito para seguir tirando repertorio hasta que salió el sol.
Pero mientras Ulpiano se refrescaba Alfredo hacia de las suyas, pues la cosas fue mano a mano. Pero los que gozaron fueron bailadores. Pues Alfredo soltaba y por allí mismo trababa Ulpiano.