Un saldo de 10 muertos dejó un fuerte terremoto en el norte de Chile cerca de la frontera con Perú y Bolivia, región hacia la que fueron despachadas toneladas de ayuda, informó el martes la Oficina Nacional de Energencias (Onemi).
El sismo, ocurrido la noche del lunes, alcanzó los 7, 9 grados en la escala Richter, pero su epicentro se registró a una gran profundidad (111 km) y en una región poco poblada de la Cordillera de los Andes, indicó el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile.
El presidente chileno, Ricardo Lagos, canceló una gira que había iniciado el sábado por tres países europeos (Suecia, España y Holanda), y regresaba de urgencia desde Suecia hacia Iquique --donde se lo espera al anochecer-- para verificar en el terreno los daños que causó el sismo.
Seis personas murieron en la vía entre la costera Iquique (1.460 km al norte de Santiago) y la localidad de Alto Hospicio, después que el auto en que viajaban se desbarrancó y fueran aplastados tras el deslizamiento de terreno.
Además una pareja de ancianos murió de la localidad de Pozo Almonte, mientras que en la aldea de Sibaya, al este de Iquique, fallecieron un minusválido de 80 años y un bebé de 9 meses.
Algunos tramos de las rutas que unen las costeras Iquique y Arica con las localidades del interior están cortadas debido a los derrumbes, lo que dificulta las labores de rescate de los damnificados y el traslado de ayuda para instalar los albergues.
Entretanto, el terremoto que afectó el norte de Chile llegó incluso hasta hacer temblar casas en Sao Paulo, y fue percibido en otras regiones de Brasil, como la capital Brasilia, a 2.000 km de distancia.