La justicia de Costa Rica extendió por cuatro meses el arresto domiciliario al expresidente y ex jefe de la OEA, Miguel Angel Rodríguez, tras acoger una petición de la fiscalía aunque le rechazó una solicitud para que siguiera su prisión preventiva en una cárcel.
Rodríguez, quien enfrenta acusaciones de enriquecimiento ilícito, corrupción agravada y cohecho, cumple arresto domiciliario desde mediados de marzo, cuando dejó la prisión de La Reforma, a 20 kilómetros al oeste de San José, la capital de Costa Rica.
Las autoridades costarricenses investigan a Rodríguez, que gobernó entre 1998 y el 2002, por haber aceptado supuestamente de su ex colaborador José Antonio Lobo un pago de 550.000 dólares de un multimillonario contrato del 2001 entre la empresa francesa Alcatel y el estatal Instituto Costarricense de Electricidad.
El escándalo forzó a Rodríguez a renunciar en octubre a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA).