EDITORIAL
Honor al mérito
La comunidad nacional comenta que ha sido un acierto de la presidenta de la República, doña Mireya Moscoso, las condecoraciones otorgadas a un número plural de profesionales vinculados a la radiodifusión nacional desde sus inicios.
Con la Orden Vasco Núñez de Balboa fueron distinguidos los ciudadanos Guillermo Rodolfo Valdés, Víctor Martínez Blanco, Pedro Solís Villalaz, Mauricio Chú, Manuel Castillo, Simón De La Rosa, Ramón Virgilio Fernando Pereira Pérez, Ramón Guerra, Lorenzo Sánchez Galán, Víctor Fernández Miranda, Pantaleón Henríquez Bernal y post mortem, el Ing. Gilberto Fernando Jolly, a quienes colocaron las insignias en el Grado de Comendador. El Ing. Jolly recibió la Orden Manuel Amador Guerrero en el Grado de Gran Oficial.
Es la primera vez que a nivel oficial se hace este reconocimiento a esforzadas figuras que le han dado lustre a la industria radiofónica y que no han escapado a las penas y alegrías que produce esta actividad llena de ingratitudes y de grandes satisfacciones. Honrar, honra, y esta iniciativa presidencial es digna de encomio y trasciende por cuanto se elevan los verdaderos valores de nuestra tierra que han incidido favorablemente en el progreso y cultura de nuestro país.
Alcanzar la soberanía del aire después de que el Dr. Harmodio Arias Madrid sancionó la Ley 12 de 1934, fue producto de una lucha titánica iniciada por el escritor Ignacio de J. Valdés con el respaldo legislativo de Pablo Othon y César Guillén, además del ministro Galileo Solís.
Hay algunos nombres que se quedaron fuera de la lista presidencial como el de Gonzalo Tuñón, que por 55 años ha narrado los desfiles de las efemérides patrias, pero se hará el ajuste a su debido tiempo. La radio ha tenido una gran evolución en el campo tecnológico y ahora son numerosas las emisoras en Frecuencia Modulada (FM) y emisoras de Amplitud Modulada (AM) cuyos transmisores funcionan con sistemas digitales, pero la calidad de los pioneros de esta industria difícilmente puede ser superada porque la formación de los locutores era más completa.
Hay que evocar al profesor Eduardo C. De Freitas, primer director de la Escuela de Radiodifusión de Panamá; al profesor Leopoldo Frías del Cid, quien estrenó el Servicio Universitario de Radiodifusión (SUR); y reiterar los valiosos aportes de Pedro Solís Villalaz y Ramón Pereira en Chitré con Radio Reforma y Radio Provincias, lo mismo que a Ramón Guerra con su emisora Radio Chiriquí, no sin antes reconocer la labor fructífera de la Voz del Barú y la que fue la primera emisora del interior, La Voz del Interior en Aguadulce, Coclé, con Julián Pérez.
PUNTO CRITICO |
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