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La defensa de los sindicados anunció que apelará la sentencia, para lo cual disponen de 10 días hábiles. Foto AP  |
El juez que el viernes condenó a tres militares y un sacerdote por el crimen del obispo católico Juan José Gerardi denunció ser objeto de amenazas de muerte.
"He recibido muchas amenazas de muerte desde la condena. Pero no me voy a amedrentar, no voy a abandonar el país", dijo enfático el juez José Eduardo Cojulún a la local Radio Fabulosa.
El juez condenó al coronel retirado Disrael Lima, al ex capitán Byron Lima, al ex sargento Odbulio Villanueva y al sacerdote Mario Orantes, a penas de entre 20 y 30 años de edad por el asesinato de Gerardi en abril de 1998.
Cojulún también criticó al presidente Alfonso Portillo, quien en discurso oficial dijo que la condena, que había sido promesa de su campaña política en 1999, era un logro de su gobierno. "Que no salude con sombrero ajeno", señaló.
"Somos los juzgadores los que arriesgamos el pellejo en casos donde amenazan con represalias", dijo el juez a periodistas.
La sentencia, recibida con alegría por grupos de derechos humanos aún no está en firme y la defensa de los militares y el sacerdote, integrada por siete abogados que actúan en bloque, tienen diez días para la primera apelación y tres instancias más para protestar el fallo.
Por otra parte la iglesia católica de Guatemala aseguró que cree en la inocencia del sacerdote Mario Orantes, sentenciado el pasado viernes a 20 años de prisión por su complicidad en el asesinato del obispo Juan Gerardi, informó ayer martes una fuente religiosa.
El Arzobispo Metropolitano, Próspero Penados del Barrio, declaró a la prensa que la iglesia considera que el "padre Mario es inocente", de los cargos por los que el Tribunal Tercero de Sentencia lo señaló como cómplice del delito de ejecución extrajudicial.
La posición del arzobispo contrasta con la posición asumida por los abogados de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA), que en el juicio -actuando como coacusadora en representación de la iglesia- se plegaron a la posición de la fiscalía que pidió la condena del sacerdote.
Además de Orantes, el tribunal sentenció por el mismo delito, pero en grado de coautores a tres militares, al considerar que existió un móvil político y la aquiescencia del Estado Mayor Presidencial (EMP), para asesinar brutalmente a Gerardi, el 26 de abril de 1998.
El Arzobispo descartó que la iglesia Católica vaya a someter a un juicio eclesiástico al sacerdote Mario Orantes y explicó que eso es innecesario, dado que ya un tribunal del estado laico lo sometió a juicio y emitió una condena.
La declaración de Penados del Barrio fue emitida después de reunirse con la madre del sacerdote, Marta Nájera, quien mostró su satisfacción por la decisión del Arzobispo de descartar el juicio eclesiástico contra su hijo, posibilidad que había contemplado semanas atrás el obispo Mario Ríos Montt.
El tribunal condenó, además de Orantes, al coronel (r) Disrael Lima Estrada, ex jefe de Inteligencia Militar; su hijo, capitán Byron Lima Oliva; y el ex sargento militar, Obdulio Villanueva, pero absolvió por falta de pruebas a la ex cocinera del religioso, Margarita López, que fue juzgada por encubrimiento. |