Las relaciones entre hombre y mujer en Panamá han dejado de ser lo que eran antes. Y es "normal", dicen los llamados entendidos. El país no es el mismo, todo ha cambiado, y no se puede pedir que el intercambio de roles entre hombres y mujeres sea hoy igual a lo que era hace medio siglo.
Pero duele. Da grima ver como desaparece el tono romántico de antaño, cuando se podía llevar serenata a una joven que nos robara suspiros. Flores, muñecos, poemas, palabras hermosas: todo eso ya pasó de moda porque se considera ridículo.
El sexo, la cama, sudores, contacto físico a toda velocidad: ese es el tono y el contexto en el que se desenvuelven los hombres y mujeres de hoy.
Poco importan los sueños de la pareja, sus aspiraciones, su talento, sus metas. Al otro le importa muy poco, si no está de por medio una relación sexual.
Se le oyó decir a un cura hace poco, que hoy toda relación de "desechable", como si fueran platos o plásticas. Porque lo desechable es una moda, un enfermedad del final del siglo XX, y principios del XXI. |