En medio del jolgorio provocado por el inicio del Mundial de Fútbol, Panamá recordó ayer dos acontecimientos que han marcado su historia: la desaparición del sacerdote Héctor Gallego en manos de los militares y el surgimiento de la Cruzada Civilista, que alzó su voz de protesta contra los abusos de los castrense.
Gallego fue capturado un 9 de junio de 1971 por miembros de la Guardia Nacional. Ya han pasado 35 años de su desaparición y asesinato, sin que hasta la fecha se haya desenredado la telaraña que mantiene en ascuas a los panameños deseosos de conocer la verdad.
La historia del sacerdote colombiano que ayudaba a los campesinos de Veraguas es desconocida por mucho jóvenes. A medida que pasan los años, pareciera desvanecerse el recuerdo del religioso, que fue puntal en la organización de las cooperativas de Santa Fe y que "desapareció" misteriosamente durante la dictadura.
Otro aniversario que recordamos es la de la Cruzada Civilista, la multigremial organización que surgió en 1987, tras las revelaciones del entonces jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa, Roberto Díaz Herrera, quien vinculó a la cúpula castrense con todo tipo de actos de corrupción, asesinatos y otros delitos.
Bajo el liderazgo de la Cámara de Comercio, se conformó la Cruzada Civilista que reclamó la renuncia del mando militar. Las huelgas, marchas, pailas, vigilia y pitos eran la tónica de las manifestaciones.
Hace poco, la Cámara de Comercio anunció un proyecto cívico nacional que se desarrollará durante los próximos 12 meses, hasta conmemorar en Junio del 2007 el Vigésimo Aniversario de la Cruzada Civilista. El propósito es unir esfuerzos para exigir cambios para establecer un Sistema Judicial confiable, que hoy día es cuestionado por un gran sector de la población.