EDITORIAL
Peligrosa escalada de discriminación
racial
A algunos medios de comunicación
social se han filtrado denuncias que en muchos sitios de diversión
pública, bancos y oficinas privadas son objeto de discriminación
racial muchos ciudadanos por el color de su piel.
Aunque la Constitución Nacional prohíbe tales prácticas
discriminatorias, silenciosamente se ha venido dando una escalada que ya
alcanza el nivel de escándalo porque dueños de clubes nocturnos,
con el pretexto de que se reservan el derecho de admisión, prohíben
la entrada a personas que desde su óptica no califican para entrar
a un local restringido.
Nuestras autoridades han sido sumamente pasivas con los propietarios
de estos locales y ya debe ponerse freno a estas medidas segregacionistas,
pues Panamá no es terreno abonado para que florezca aquí la
discriminación racial.
Siendo este país tierra de emigrantes que han forjado esta nación
con su sudor, sangre, lágrimas y esfuerzo creador, en algún
descendiente de los estratos que componen nuestra sociedad hay un negro,
chino, judío o un "cholo" interiorano, como antes llamaban
a los esforzados hombres del campo que también han cimentado con
su trabajo los bases de nuestra urbe moderna y progresista.
Llamamos la atención a nuestras autoridades correspondientes para
que tomen cartas en el asunto y desarticulen los prejuicios de un grupo
que se cree de élite porque ocasionalmente tiene dinero y piensa
que eso le da derecho a actuar como si estuviera en una ciudad del sur de
los Estados Unidos.
Panamá es un crisol de razas donde todos los ciudadanos han hecho
aportes valiosos para forjar esta nación, por lo que rechazamos las
actitudes discriminatorias de algunos propietarios y ejecutivos de oficinas
privadas de vetar a un ciudadano por la pigmentación de su piel.
Panamá no está en la época que aceptaba sólo
inmigrantes de "raza superior", por lo que no se permitía
el ingreso de chinos, negros, judíos, norteafricanos, turcos y de
otras nacionalidades, tal como consta en las memorias oficiales. Por ello,
es que debemos estar vigilantes y presionar para cortar de raíz estos
brotes segregacionistas en contra de la libertad constitucional de los ciudadanos.
Esperamos que las autoridades tengan conciencia de este problema y procedan
a eliminar estas medidas restrictivas.
Este es un país libre y democrático y así deben
entenderlo los que tienen mentalidad reaccionaria y obsoleta, para los cuales
el tiempo se detuvo en el feudalismo.
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