El primer ministro Tony Blair declaró ayer que cooperará con la investigación parlamentaria sobre si mintió o exageró los informes de inteligencia sobre las supuestas armas iraquíes de destrucción masiva.
Tanto en sectores de su propio Partido Laborista como en la oposición conservadora fue puesta en duda la veracidad de las razones esgrimidas para declarar la guerra.
La decisión del Parlamento británico de iniciar una investigación seguía a iniciativas parecidas en el Congreso estadounidense, mientras aumentaba la desconfianza internacional.
La polémica sobre las armas fue desatada por la BBC, que citó a un funcionario británico de alto nivel, según la cual los funcionarios de espionaje estaban decepcionados por haber tenido que incluir en el informe de inteligencia material que consideraban poco confiable la afirmación de que las armas podían ser disparadas en 45 minutos. |