EDITORIAL
Abandonados a su suerte
Hace pocos días, nuestro medio realizó una investigación con respecto a un anciano abandonado en Cerro Viento. Los vecinos del área se habían quejado de que el anciano vive prácticamente en la parada a la entrada de esta barriada en San Miguelito y que además, ocasionalmente, recibe de alguno que otro ciudadano, las consecuentes limosnas y dádivas para que sobreviva.
Entretanto, otras personas habían alertado de que el señor en cuestión agredía verbalmente a los moradores cuando esperaban los respectivos autobuses en la Vía Domingo Díaz, pues considera el anciano que ese lugar es su morada.
Debido a la preocupación de esta escena, en que se abandona a una persona de la tercera edad a la suerte, se hizo lo imposible por buscar una respuesta de parte de las autoridades para ayudar al mendigo, pero se descubre la incapacidad burocrática, en donde se niega la cooperación para trasladar a la persona afectada a un albergue o centro de atención adecuado.
Así como el anciano abandonado en Cerro Viento, hay otros más en similar situación, por las principales ciudades del país. La ciudadanía se pregunta dónde están los familiares de estas personas y por qué se les abandona en plena calle.
De igual manera, vale la pena preguntarse en que quedó el ambicioso proyecto de recoger a las personas que viven en la calle, no solamente "piedreros químico-dependientes" o demás indigentes, sino también a los señores de la tercera edad abandonados.
Por lo menos se observó, por un tiempo, el interés de las autoridades por atender a estas personas, repudiadas por la sociedad, pero que de son parte de la misma. Se sabe posiblemente dos mil panameños viven como indigentes en las calles de la urbe istmeña y que la crisis económica los ha obligado a adaptarse a este modo de existencia.
También pedimos a las autoridades del Municipio Capitalino que tengan un poco de percepción para atender este caso. Aunque es cierto que el mendigo de Cerro Viento está en San Miguelito y conociendo que en el Distrito de Panamá hay un programa de atención a los ancianos abandonados e indigentes, ¿por qué entonces no se recoge al señor, si solo hay que cruzar la Vía Tocumen de un paño a otro?
Es hora que todos los panameños tomemos conciencia con respecto a este problema que afecta a nuestra sociedad.
PUNTO CRITICO |
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