EDITORIAL
Los viajes de Mireya
La Presidenta de la República acaba de llegar de un viaje procedente de México y ya se alista para visitar la ciudad del Vaticano donde supuestamente se entrevistará con el Sumo Pontífice Juan Pablo II. A pesar de que en la campaña política doña Mireya Moscoso acusó a su antecesor por los frecuentes viajes al exterior, este gobierno ha estado haciendo lo mismo, por lo que no hay ninguna autoridad moral para criticar lo que hizo el Gobierno del Dr. Ernesto Pérez Balladares. Es cierto que se hicieron numerosos viajes al exterior en la gira de promoción de inversioes y algunos de estos periplos rindieron sus frutos, pero lo malo está en criticar lo que hizo el Gobierno anterior y seguir haciendo lo mismo poniendo de manifiesto que una cosa es mala cuando se está en oposición y buena cuando se está en el Gobierno. Hay una especie de frustración porque este pueblo no reacciona frente a las anomalías que se están dando y lo que más causa irritación es la forma indolente con que el pueblo toma las cosas a la ligera, con ese criterio alegre e indiferente como que las cosas le dan igual se hagan o no se hagan. Medio año ha pasado y ya los inversionistas se muestran timoratos de que no ven el despegue del gobierno para hacer esta nación floreciente y progresista, tal como lo proclamaron en la campaña electoral. El inversionista exige paz y progreso y no las cotidianas huelgas y manifestaciones de protestas. Las giras al exterior deben darse bajo un clima de paz y no con la incertidumbre que empaña el horizonte istmeño. El cambio de ministros que le han exigido a la Mandataria no deja de ser justificado cuando hay tantas incoherencias y contradicciones entre los propios funcionarios del gobierno. La imagen positiva del gobierno tampoco trasciende cuando los relacionistas públicos del Estado no trasmiten con fidelidad los logros oficiales y una tibia imagen es lo que llega a los medios de comunicación. Pero en el Organo Ejecutivo parece que no se han dado cuenta de ello y siguen creyendo que este país es un mar de leche y se puede manejar con proyectos solamente, mientras el pueblo está pasando hambre porque no le dan prioridad a su principal problema que es el desempleo.
PUNTO CRITICO |
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