Dicen que luego de la firma de los tratados Torrijos-Carter del Canal, el "dictador con cariño" Omar Torrijos sintió una especie de complejo de culpa por los pobres panameños. Entonces se ideó el llamado "Plan de Urgencia" que aliviaría la pobreza en el país.
El asunto consistía en dar un poco más de cien balboas al mes, a las personas que lo necesitaban por estar desempleadas.
De esta manera se aliviarían las angustias que sufrían esos panameños, en este país tan lleno de riquezas, entre ellas el flamante Canal de Panamá.
Su propósito pudo tener buenas intenciones, pero no dejó de ser una actividad "paternalista". Una curita pequeña que nunca podría curar un mal profundo y complejo.
Se suponía que ese dinero iría a las personas con responsabilidades, como madres solteras, familias donde nadie trabajaba, mayores incapacitados, etc.
En los corregimientos los líderes del "proceso revolucionario" hicieron de las recomendaciones una actividad politiquera.
Me tocó ver disfrutando "del chequecito" del Plan de Urgencia, a jovencitos recién salidos de secundaria, sin ningún compromiso familiar.
De la noche a la mañana el gobierno dictatorial se vio inundado con miles de personas... ¡que no tenían ninguna ocupación!
Entonces se inventaron semanas de "capacitación social", de orientación ciudadana.
A algunos expositores les dijeron que "hablaran mal de Arnulfo Arias", el eterno rival de Omar.
Lo curioso del asunto era que la gente mayor no ocultaba sus simpatías por "el Fufo".
Recibían las charlas con aburrimiento. Era algo que tendrían que soportar para recibir la plata que le regalaba el gobierno.
Después los distribuyeron en ministerios y oficinas públicas. La mayoría de los beneficiados del Plan de Urgencia no tenían mayores estudios y era difícil ubicarlos.
En un ministerio el jefe dio orden que los "guardaran" en una oficina, para que no se vieran deambulando por los pasillos.
Hubo fricciones con el personal nombrado. Veían a los "de urgencia" como un peligro para sus puestos. Ellos recibían menos dinero y los podrían reemplazar.
Más de un jefecito se "dio gusto" levantando damas de este plan.
Cuando se gastaron millones y el asunto no tuvo buenos resultados, se suspendió el Plan. Entonces hubo piqueteos contra el gobierno "paternalista" que les dio de comer por meses.
Por eso sostengo que regalar plata a las comunidades pobres no es solución. Hay que hacer industrias, comercios, para que produzcan empleos permanentes...
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