Al parecer las balas se han convertido en aliadas de las noches y madrugadas oscuras de los barrios calientes de Panamá.
Y es que a cada cinco minutos una balacera interrumpe alguna conversación. Algunos moradores han sabido huirle al plomo, mientras que otros tienen que viajar de urgencia a algún hospital para ser atendido.
Este último caso fue el que registró a las 3: 40 de la madrugada de ayer, domingo, en Calle Q, de Curundú, cerca del edificio Ópalo.
Se pudo conocer que una fuerte balacera dejó a dos ciudadanos heridos.
Uno de ellos fue Luis Carlos Morales, de 25 años, quien mantenía un impacto en el muslo izquierdo.
Guillermo Miranda, de 52 años, se convirtió en otra de las víctimas. Este señor resultó con un balazo en la pierna izquierda.