En los barrios populares siempre hay problemas con los locos sexuales. A estas personas se les llama "recabuchones", que dicho sea de paso son sujetos que se dedican a ver más allá de lo que está permitido.
Si usted vive en un sector donde el tendedero es público es muy probable que tenga serios problemas. ¿Por qué? Resulta que los "recabuchones", además de ver más allá, también se dedican a la tarea de llevarse cosas para sus casas y tener fantasías sexuales. Le explico mejor, si usted es una mujer y no tiene otro lugar para tender su hilo dental, el sujeto lo tomará prestado para masturbarse pensando en usted.
Las personas que se dedican a estas cosas no es que pasan desapercibidos. Ellos son fácilmente detectados porque su mente podrida los hace hacer estas cosas a plena luz del día.
El peligro aquí no es con los "recabuchones" mansos, sino con esos que toman las cosas prestadas y con los que ya intentan tener algo real con la mujer; es decir, con esos que le entra la locura de tomarla de brazos cuando las hembras salen en pantalones cortos a tender la ropa o cuando estas se agachan para tomar la horquilla que se le cayó al piso.
Hay algo bueno en esta historia. Los "recabuchones" tienen poco tiempo de vida y no es porque alguien termina matándolos, sino porque lo rellenaron a punta de golpes o la ciudadanía lo echó del barrio por irrespetuoso.
Si usted es uno de ellos, cuídese porque el final muchas veces no es feliz. En algunos países centroamericanos estas personas terminan tirados en una zanja con un montón de moscas en la boca. Por su bien, ¡cambie de actitud hoy mismo!