Viernes 28 de mayo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
El temor de ser abucheado

El mayor abucheo que registra nuestra historia ocurrió en vísperas de un carnaval, cuando el teniente coronel Armando Contreras, en representación del Coronel Boris Martínez, entregó el trofeo al ganador de la pelea entre el venezolano Román Blanco y Antonio Amaya, en donde ganó este último.

La silbatina duró más de 32 minutos y fue en el Estadio Juan Demóstenes Arosemena durante el año 1969. A pesar de que el doctor Ardito Barletta en 11 meses de su gobierno fue objeto de numerosos abucheos, no superó en tiempo la desaprobación de su régimen, aunque las severas críticas se extendieron a todo el país.

Los presidentes de la dictadura también se tuvieron que enfrentar a las silbatinas del público, pero las tomaron como algo natural. Ya en democracia, el presidente Guillermo Endara soportó por cinco años los abucheos del público en el Hipódromo Presidente Remón pero al final estos "chiflidos" parecían divertir al mandatario.

Un grupo de legisladores han propuesto que el mandatario Ernesto Pérez Balladares no asista a la toma de posesión de la presidenta electa Mireya Moscoso, quizás por temor a los abucheos contra el presidente saliente.

En 1994, Pérez Balladares fue abucheado estruendosamente en el coso hípico y su respuesta fue eliminar el Clásico Presidente de la República, el cual no se celebra desde entonces.

Hay precedentes en la conducta del "Toro": le quitó un bus a un colegio porque un estudiante le gritó improperios; le dio la espalda a estudiantes en Colón el 5 de Noviembre; tuvo problemas en Los Santos por las protestas contra los días-puente y así por el estilo, lo que indica que se irrita con facilidad ante las protestas populares.

Gerardo González ha calificado de "ñamería" que el presidente saliente haga acto de presencia en la investidura de la nueva mandataria, lo que es una falta de hidalguía, caballerosidad y una falta al protocolo. Pero todo parece indicar que el "Toro" teme ser abucheado por su política errática, la corrupción, la impunidad y las privatizaciones que han sido una pesadilla.

Esta es la verdadera causa de la no asistencia al acto del 1º de septiembre. Todavía les queda el recuerdo amargo del referéndum y las elecciones presidenciales y temen exponerse al ridículo de que un pueblo les vuelva a exteriorizar su rechazo por aquel engaño de "El Pueblo al Poder" cuando fue todo lo contrario.

 
 

 

 




 

AYER GRAFICO
Los festivales internacionales de cine fueron atracción turística en nuestro país


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no realizó bien mi trabajo


OPINIONES




 

 

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