Los presidentes de Estados Unidos y Rusia, George W. Bush y Vladimir Putin, abren "una nueva era" en las relaciones entre las dos potencias con la firma, ayer en el Kremlin, de un acuerdo de reducción drástica de sus arsenales nucleares.
Según este tratado, en 10 años dos de cada tres cabezas nucleares de los dos países quedarán fuera de uso. Para el 31 de diciembre de 2012, cada uno de los dos países sólo podrá tener desplegadas un máximo de 1.700-2.200 ojivas nucleares. En la actualidad hay 6.000.
Putin y Bush firmaron, además, una declaración sobre su "asociación estratégica y de cooperación contra el terrorismo", un texto que da cuenta del acercamiento Rusia y EU.
El presidente estadounidense también se ha mostrado partidario de levantar la enmienda Jackson-Vanick, que dificulta el comercio entre ambos países.
CARACTERÍSTICAS DEL TRATADO
Rusia ha logrado que el acuerdo tenga estatus de tratado, pero podrá conservar una parte de sus cabezas nucleares desactivadas y de sus vectores (misiles, bombarderos, submarinos). Moscú, sin embargo, quería que fuesen destruidos.
Esta situación pone a Rusia en inferioridad de condiciones frente a Washington, dada la avanzada edad del arsenal nuclear ruso, que no podrá volver a entrar en servicio más allá de cierta fecha.
Este acuerdo es el primero firmado desde hace 10 años entre Moscú y Washington, y ha sido muy criticado por los comunistas rusos, que han acusado a Putin de haber "traicionado los intereses del país". |