Con las tradicionales rosas rojas y el hábito negro que identifica a Santa Rita de Casia, cientos de feligreses participaron de la peregrinación en honor a la abogada de imposibles, como es reconocida en la Iglesia universal.
Después de la novena, que se realizó en la capilla que lleva su nombre, niños, jóvenes y adultos se congregaron en la iglesia Catedral para acompañar la imagen de Santa Rita en el recorrido por las principales calles.
Las festividades concluyeron con la eucaristía presidida por monseñor Fernando Torres Durán, obispo de la Diócesis de Chitré, quien recordó que la santidad es un estilo de vida al que todos los seres humanos deben aspirar.