Cientos de indígenas amazónicos coronaron una protesta de cinco días contra la construcción de una represa multimillonaria cantando y nadando en el río que dicen desaparecerá si el proyecto se concreta.
``Xingu, vivo y libre para siempre!'', gritaba la multitud mientras mujeres con plumas y pintadas bañaban a sus niños en el río de 800 metros (media milla) de ancho y los hombres salpicaban el agua demostrando cómo pescan los peces que temen desaparecerán con la represa.
``Estamos aquí para defender nuestro río'', dijo Moxia Parakana, un jefe que usa el nombre de su tribu como apellido.