El COI ha dado una nueva vuelta de tuerca a su normativa antidopaje y ha anunciado que durante los Juegos de Pekín podrá hacer más de un control diario a un mismo atleta, sancionará la mera posesión de cualquier sustancia prohibida y aumentará de cinco a siete los controles después de cada competición.
Este endurecimiento de las reglas se traducirá, cuantitativamente, en un crecimiento del número de controles, respecto a los Juegos de Atenas 2004, de 3.600 a 4.500.