Su tía les advirtió que no fueran a esa fiesta, ya que el lugar era muy peligroso.
Julián Mera Hernández, quién el pasado 22 de abril había cumplido sus 22 años de edad, y su hermana Nairobi Martí, decidieron no hacer caso a los instintos de su tía y se fueron para un quince año en el sector de calle 18 Veranillo, donde el joven encontró la muerte.
El lamentable hecho tuvo lugar a las 4: 40 de la madrugada de ayer, domingo.
VENIAN DE UN QUINCEAÑOS
Según fuentes extraoficiales, Julián, su hermana y un grupo de amigos salieron de la fiesta a pie.
Al parecer el hoy difunto había recibido una llamada de su novia pasadas las 1 de la madrugada, y se encontrarían cerca del lugar.
El encuentro amoroso nunca se dio, porque unos sujetos le propinaron dos impactos de bala a Mera en el rostro.
Los hechos son un poco confusos: aparentemente los sujetos aparecieron mientras los jóvenes caminaban, y el hoy occiso trató de proteger a su hermana y le dijo que corriera, mientras él caía al piso herido de bala.
Mera Hernández falleció en el lugar de los hechos. Su familia, vecinos y amigos lamentan lo sucedido, ya que aseguran que "era un gran joven y no se metía con nadie".
El día anterior de su muerte, el joven había tomado un seminario para acender en su trabajo; laboraba en Franquicias Panameñas.
Se pudo conocer que Mera era único hijo varón en una familia con cuatro hermanas y se había graduado de la secundaria. Además, era muy querido donde vivía. Vecinos piden más seguridad, ya que están casando de que siempre paguen los inocentes.
Aparentemente, los homicidas son unos hermanos de apellido Concepción; ambos menores de edad, uno de 17 y el otro de 14 años.
Las pertenencias del hoy difunto nunca aparecieron. Las autoridades investigan el hecho.