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Drogas en las
escuelas

Antonio Pérez M.
Crítica
en Línea
Era
la mañana de un día lluvioso de este mes. Los estudiantes,
avanzaban casi de mala gana a sus colegios. Ninguno esperaba
que iban a ser revisados en la puerta del plantel por unidades
de la Policía de Menores y funcionarios del Ministerio
de Educación.
"La operación ha sido todo un éxito",
dijo uno de los que encabezaba el operativo, después de
haber revisado al último alumno. En medio de la requisa
encontraron droga en la mochila de dos jovencitas.
El éxito fue porque se habían confirmado las
denuncias de que en ese colegio X, un grupo de niñas se
estaba dedicando a la venta de estupefacientes.
La alarmante situación hace pensar que los tentáculos
de la droga han llegado a tal punto que, aparte de rebasar las
fronteras de los colegios. Han involucrado a jovencitas que prefirieron
dejar de soñar con muñecas para distribuir drogas,
un negocio que no tiene otro destino que la cárcel.
La situación preocupar a las autoridades, porque la
presencia de la droga ya no está en una esquina de un
barrio u oculto en las discotecas de la capital.
El problema de las drogas en las escuelas es un tema de tanta
preocupación, que ha provocado que entidades gubernamentales
y cívicas se reúnan para buscar acciones y contrarrestar
este mal.
Un problema que ha provocado que dos órganos del Estado
hayan unido esfuerzos en coordinar estrategias y buscar financiamientos
para programas de prevención. El Ejecutivo está
representado por los Ministerios de la Educación y de
la Juventud, y la Asamblea Legislativa por la Comisión
de Drogas.
Pese a las reuniones coordinadas que se iniciaron desde el
gobierno anterior, hasta el momento no han habido respuestas
concretas que puedan ponerle un freno al problema.
Un estudio realizado por el Ministerio de Educación
y el Ministerio de la Juventud, revela que desde 1997 se ha venido
registrando un incremento en los casos de drogas en las escuelas.
Dichas estadísticas destacan que más del 50%
de los estudiantes que han sido encontrados con droga, están
entre las edades de los 13 a 15 años, mientras que los
colegios donde hay mayor incidencia, son los que están
en el centro de la ciudad y en San Miguelito.
Según el informe, la droga que más se consume
en los colegios es la marihuana, seguido de la "pichi"
(mezcla de cocaína con otra sustancia).
Otro de los datos obtenidos en la investigación es
que desde el año pasado se ha incrementado el número
de niñas envueltas en este flagelo, así sea como
consumidoras o mulas.
La razón es que las jovencitas despiertan menos sospechas
que los muchachos, por tal motivo muy poco son requisadas en
los operativos que realizan constantemente las unidades de la
Policía de Menores.
Los operativos sorpresas han sido una las alternativas para
ponerle freno a este problema, sin embargo, algunas medidas coercitivas
han sido blanco de fuertes críticas.
Uno de estos puntos es la expulsión del estudiante
que sea encontrado con droga. Algunos expertos en psicología
no avalan esta situación y proponen que estos jóvenes
reciba tratamiento de rehabilitación.
Mientras que al consultar con algunos directores que han atendido
en sus plantes casos de drogas, consideran que deben ser expulsados
porque ellos (estudiantes envueltos en drogas), utilizan el uniforme
para escudarse de sus fechorías.
LA LUCHA CONTRA LA DROGA
Las autoridades están conscientes que para contrarrestar
el problema de la droga en Panama hay que ir más allá
que hacer requisas sorpresas en la entrada de los planteles.
Es una lucha diaria en la que participan todos los estamentos
de seguridad del país, y en esa guerra se han dado frutos.
En cinco años las autoridades panameñas han incautado
100 mil kilos de droga.
Para ello han tenido que luchar contra las nuevas organizaciones
de la droga en Colombia denominadas "Mini carteles",
las cuales trabajan en coordinación con células
nacionales que se encargan de recibir la droga y enviarla a su
destino, ya sea Estados Unidos o Europa.
Los resultados de las incautaciones han logrado acabar con
muchas de estas células, complicándole la situación
a las organizaciones colombianas, situación que los ha
llevado a buscar nuevas rutas y disminuir el paso por Panamá.
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