Miércoles 19 de mayo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Robo al techo del pobre

La denuncia del ciudadano Ministro de Vivienda, señor Roosevelt Thayer contra funcionarios de esa entidad y empresarios privados que en connivencia criminal afectaron más de un millón de balboas del Programa de Apoyo Rápido para Viviendas de Interés Social, mejor conocido con las siglas PARVIS, pone al descubierto el campante delito peculador que domina nuestro vivir cotidiano, a la par que reafirma la falta de sentido social, de solidaridad y fraternidad para con los desafortunados, condenados de la tierra panameña, en las esferas mandatorias.

Los actos delictuales descubiertos por la auditoría, de acuerdo con las noticias publicadas en los medios, señalan la participación en coautoría delictiva de empresarios locales, así como las apropiaciones individuales que funcionarios encartados realizaron en los materiales del Programa, cuyo objetivo fundamental se asienta en forjar un mecanismo para solventar carencias urgentes de quienes requieren un techo donde proteger sus familias; derrotero de equidad que merece respaldos y apoyos, de la ciudadanía cívica y patriótica.

Los acomodos administrativos descubiertos, usados para producir el delito resaltan el entendimiento indecoroso que falseaba las entregas, y las daba por recibidas, y sobre tal falsía se ordenaba los pagos, sin cumplir las adecuadas vigilancias y ejercer controles.

La corrupción dominante en Panamá pasa por la astucia de construir mecanismos idóneos para eludir controles fiscales y públicos; así como realizar los actos formales de ley para encubrir favoritismos y compadrazgos; situación que explica por qué repetidas veces se adicionan contratos, se revisa cláusula, se acomodan sibilinas interpretaciones, o de tolera incumplimientos, con prórrogas indefendibles: Estas realidades rumoreadas en corrillos políticos, voceadas en medios de opinión, y conocidas por el ciudadano común, requieren la acción decidida, castigadora, sin encubrimientos ni favoritismos partidarios o personales, de quienes resulten culpables del infernal crimen contra el pueblo sufrido y doliente.

La caída violenta de la narcodictaura norieguista permitió instalar la Dirección de Responsabilidad Patrimonial, (DRP) inserta en el alero de la Contraloría General de la República, que sustanció centenares de expedientes donde plasmaron los despropósitos enriquecedores de la cúpula castrense y sus acólitos beneficiarios; ahora, nuevamente se hace de urgencia promover la creación constitucional del Tribunal de Cuentas panameño, dotado de la legislación idónea que facilite recuperar los dineros del peculado, los aprovechamientos y el ilegítimo enriquecimiento. El caso del MIVI así lo reclama...

 
 

 

 




 

AYER GRAFICO
El Dr. Arnulfo Arias en un mitin en "La Placita" de Santiago de Veraguas


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, dejo morir a una niña en Chiriquí


OPINIONES




 

 

PRIMERA PLANA | PORTADA | NACIONALES | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICIONES ANTERIORES


   Copyright 1995-1999, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.