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La "Casa Mausi" cumple dos años

George Thomas

Al cumplirse hoy, 18 de mayo, un año más de operaciones exitosas de la Fundación Carol Vallarino de Montenegro, la junta directiva de esa entidad, por medio de su dinámica presidenta, doña Bárbara Cox de Vallarino, está expresando a la comunidad panameña su profundo y eterno agradecimiento por la fraternal acogida que le ha dispensado a esa organización filantrópica y humanitaria que fue producto del deseo de su hija Carol Vallarino de Montenegro, cariñosamente recordada como "Mausi".

Oportuno es recordar que "Mausi" sufrió en carne viva el dolor de la terrible enfermedad llamada "cáncer". Ella quiso dejar a la comunidad panameña alguna forma de alivio para aquellas personas, especialmente interioranas de escasos recursos, que también estaban aquejadas por tan doloroso flagelo. "Mausi" vio a muchas de esas personas durante sus visitas al Instituto Oncológico y observó que no contaban con familiares, amigos ni conocidos que las pudieran ayudar para la consecusión de un lugar en donde pudieran descansar después del difícil tratamiento que tenían que sufrir.

Fue así como, en seguimiento a los deseos de "Mausi", sus familiares y amigos gestionaron la creación de "La Casita de Mausi". Esta obra se inicio originalmente hace dos años con muchos sacrificios pero también con mucha bondad y generosidad. Inicialmente era sólo una "casita" en donde únicamente se le podía ofrecer ayuda a un máximo de quince personas. Hoy, gracias al apoyo generoso de empresas privadas, amigos, familiares y algunas autoridades, "La Casita de Mausi" consta de dos unidades habitacionales en las cuales se les ofrece cómodo alojamiento, reparador hasta a un total de treinta personas, sin costo alguno, como fue el deseo de "Mausi".

Como una muestra de las labores realizadas por la Fundación Carol Vallarino de Montenegro podemos informar que durante sus primeros dos años de labor han recibido esmerada atención un total de SETECIENTAS CUARENTA PERSONAS (740), todas ellas provenientes de diferentes provincias interioranas.

En la "Casita de Mausi" no sólo se les ofrece a los pacientes allí temporalmente alojados una alimentación adecuada sino también transporte, salas de esparcimiento, juegos y otras comodidades para mitigar un poco sus sufrimientos.

La exitosa operación de "La Casita de Mausi" no sería posible sin la permanente, desinteresada y humanitaria ayuda de empresas privadas, familiares y amigos.

Todas aquellas personas que conocieron a "Mausi" y especialmente sus familiares, sentimos un gran regocijo al comprobar el éxito logrado por las dos "Casitas de Mausi" porque en ellas vemos que cada día cristaliza el fervoroso deseo que ella expresó antes de su muerte y que era dejar como legado y recuerdo imperecedero el alivio y ayuda que ellas ofrecen a las personas afectadas por esa terrible enfermedad: cáncer.

 

 

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
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