El Ministerio de Economía y Finanzas advirtió que los gastos de la Caja de Seguro Social (CSS) aumentaron durante el primer trimestre del año y los ingresos disminuyeron. La situación es preocupante, sobre todo porque cuando se promovieron las reformas que aumentaron la edad de jubilación y la cuota obrero-patronal, se vendió la idea de que sería el salvavidas para la casi quebrada institución.
En la práctica la actual administración del Seguro Social incrementó los gastos en 10%, unos $38.2 millones, mientras que los ingresos cayeron en 6.6%, un equivalente a $25 millones.
La verdad es que esos resultados estaban previstos en el propio proyecto de presupuesto de la Caja de Seguro Social que contempló para el 2010 un déficit corriente de aproximadamente $174.8 millones debido principalmente al incremento de $180 millones en los gastos de pensiones y de $100 millones en los gastos de operación. El déficit corriente de la institución se estimó que representaría aproximadamente el 34.2% del déficit del servicio público no financiero.
Las opciones de la CSS son aumentar ingresos y controlar gastos. Se descarta un aumento en la cuota obrero-patronal, porque se trata de un tema muy sensitivo y los grupos de trabajadores se levantarían en protesta. Queda la alternativa de mejorar el rendimiento de los fondos de la institución, pero en inversiones seguras.
Ojala que esos llamados de alerta de los técnicos del MEF no sean como una especie de pintar un panorama extremo, para facilitar la aprobación del uso de dineros de la CSS para la compra de los Corredores Norte y Sur.
Lo importante en esa inversión -si es que se aprueba- es que exista la mejor garantía de que los dineros de los cotizantes no se vayan a un saco rato con la pretendida inversión en proyectos carreteros.