El jovencito puso cara de susto. Le había dicho que era un "pequeño empresario" y eso, al parecer, lo asustó.
Le expliqué al muchacho-hombre que cortar hierbas y arreglar jardines de manera independiente, lo convertía en eso.
Debí darle más detalles porque no aceptaba que era "empresario" y trabajador independiente.
También le di consejos sobre cómo llevar una agenda para planificar su trabajo, y poner orden en lo que ahora hacía cuando "aparecía un trabajito".
Recordé esto, cuando me enteré de que se piensa dar "capital semilla", por más de seis millones de balboas, a pequeños empresarios.
Esto lo ha dicho la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, institución elevada a rango de ministerio por este Gobierno.
Algunas agrupaciones han señalado que se debe tener un control sobre el uso de esa plata para crear pequeñas empresas.
Y esa advertencia es importante porque se darán hasta mil balboas... ¡no reembolsables! O sea, que será como un regalo del Gobierno para promover nuevas empresas, que dan empleo a miles de panameños humildes.
Ya en Panamá ha habido experiencias con pequeños emprendedores, ubicados en el sector pobre de la sociedad.
Bancos que dieron minipréstamos han dicho que la gente es buena pagadora. Con sumas tan pequeñas como cien balboas, lograban mejorar pequeños negocios y aumentar las ganancias.
Ahora no habrá que devolver el dinero, y eso me preocupa. Nunca he creído en regalar cosas porque no se apreciarán realmente.
"Lo que no cuesta, se hace fiesta", dicen en El Chumical algunos incrédulos.
Pero yo estoy de acuerdo con que se gasten millones para ayudar a los trabajadores, pequeños y medianos.
Ya existen en el país centenares de esos negocitos que dan de comer a miles de panameños. Así que reforzarlos es algo que dará buenos frutos.
Realmente, también respaldo a personas y asociaciones que exigen orden y vigilancia para el uso adecuado de ese "capital semilla".
Así como hay muchos panameños honestos y trabajadores, existen otros expertos en el "juegavivo", incumplidos y poco honestos. Ante tanta plata pueden volverse locos...
¡A echar para adelante, pues, con seriedad y orden!
Esperamos que no se den situaciones negativas como ha sucedido con proyectos sociales anteriormente. Se deben señalar, de manera clara, las responsabilidades que adquirirán quienes reciban esa plata...