La alcaparra es un arbusto del Asia que los griegos importan a las Islas del Mar Egeo, y posteriormente extendidas desde ellas a los países de las riberas del Mediterráneo.
Este arbusto o mata rastrea Tapadera como vulgarmente se le llama es también la Alcaparra, nace por espontaneidad y se desarrolla con mayor vigor según las características ecológicas de cada comarca.
Son botones (capullos) florales de una milenaria planta llamada caparis spinosa de origen asiático, que se extendió al sur de España e Italia.
Es muy delicada, por esta razón requiere de cuidados especiales y dedicación.
Físicamente, las alcaparras guardan una gran similitud con las olivas, aunque su tamaño es inferior. Sin embargo, respecto a su composición nutricional tienen muy poco en común.
El nutriente principal de las olivas es la grasa, en concreto la grasa insaturada, gracias a la cual estos frutos presentan importantes beneficios para la salud.
Las alcaparras por su parte, apenas poseen grasa y su componente principal es el agua, seguida de los hidratos de carbono. Por tanto, el contenido calórico de las alcaparras va a ser notablemente inferior al de las olivas; 100 gramos de las primeras contienen unas 25 calorías, frente a las 110 calorías presentes en la misma cantidad de olivas verdes o las 294 calorías de las olivas negras.