La sal del mar y la lavanda alivian el dolor de los músculos y actúa como un suave desodorante para mantener los pies frescos y sin olor.
Para realizar este tratamiento debes seguir los siguientes pasos. Tomar un galón de agua al vapor, de 4 a 5 gotas de aceite esencial de lavanda, dos cucharadas de sal marina, a la que debes agregar el agua caliente en pediluvio al recipiente resistente al calor lo suficientemente grande como para dar cabida a ambos pies. Añadir el aceite de lavanda y la sal marina. Permitir a los ingredientes combinarse con el agua durante unos minutos, removiendo de vez en cuando. Cuando el agua sea cómoda al tacto, sumergir los pies. Relajarse de quince a veinte minutos. Secar los pies bien cuando haya terminado. Lleve calcetines para mantener los pies calientes.