"¡Mi hija! ¡Mi hija! ¿Por qué me la arrebataste?".
El reclamo desgarrador era lanzado al infinito, cargado de dolor ilimitado. Una madre inconsolable enterraba a su hija que había muerto a manos de un hombre que le descargó cinco tiros hace hoy, sábado, 8 días.
El día de ayer, viernes, estaba nublado, gris, como el sentimiento de los asistentes al sepelio de Zadia McClaud Bárcenas, una muchacha de 31 años. Las lágrimas lavaron los rostros de familiares y amigos de la víctima fatal.
Zadia fue despedida por su familia, amigos cercanos y compañeros universitarios. La primera parada del cortejo fúnebre fue con honores en el salón Humberto Zárate, en el Centro Regional Universitario de Colón.
"Sólo un animal pudo actuar de esa manera, de arrebatarle la vida en nuestra casa y frente a su hija", dijo con dolor Pedro Mclaud Pinzón, padre de Zadia, que insiste que no puede haber una pena mayor para el que la asesinó.
Mclaud envió un mensaje a otras jovencitas que pasan por violencia doméstica con sus parejas, para que actúen de inmediato y no les ocurra lo mismo que vivió Zadia.
Sus padres no creen en el arrepentimiento del ex-cónyuge de Zadia: Eliexer Anderson, que después de entregarse dijo que no quería matarla. Temen que quede libre3 porque alegan que es enfermo psiquiátrico.
La capilla San Francisco, en Los Lagos, en el corregimiento de Cristóbal, estaba llena de calor humano, de personas que miraban con tristeza el ataúd gris donde estaba Zadia.
"Tiene que pagar lo que hizo". "Dios se encargará de él". "¡Pobre muchacha! Con un futuro brillante...". Las expresiones de los asistentes al último adiós de Zadia, se escuchaban en cada rincón.
SIN MADRE
Laurianis, de 7 años, hija de Zadia, sólo miraba cómo sus abuelos, tíos y otros familiares, lloraban. En medio de su inocencia, preguntaba si su mamá regresaría.
LA VICTIMA
La joven universitaria tenía una larga historia en el Centro Regional Universitario, ya que fue representante al Consejo General Universitario, pertenecía al Frente Universitario de Acción Revolucionaria (FUAR), entre otras agrupaciones que se encargan de luchar por los intereses de sus compañeros.
Zadia era profesora de Geografía e Historia al igual que su padre, y ya estaba próxima a recibir la licenciatura en esa carrera.