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Los policías de la granja penal de El Porvenir, zona caribeña de Honduras, "ejecutaron" a la mayoría de víctimas en la matanza de 69 personas ocurrida hace más de un mes en ese centro, según un informe difundido. En los enfrentamientos y el incendio de la granja, el 5 de abril pasado, fallecieron 61 pandilleros, otros cinco reos y tres mujeres que andaban de visita, y resultaron 39 heridos.
Las 69 personas fallecieron por diversas causas, pero 47 de ellos "tenían heridas de bala" inferidas por policías, señala el informe del Consejo Nacional de Seguridad Interior (CONASIN), órgano asesor del Ministerio de Seguridad y formado por diversos sectores.
El documento, divulgado por radio América de Tegucigalpa, precisa que "el 72,8 por ciento (de los fallecidos) fueron ejecutados con los agravantes de alevosía y ventaja".
El informe resume que hubo un primer enfrentamiento entre miembros de pandillas o "maras" y otros reclusos ("paisas"), después de lo cual intervinieron los guardias (miembros de la Policía Nacional Preventiva) y elementos de una unidad militar cercana.
Los hechos tuvieron su raíz el 1 de abril en una pelea entre dos miembros de la pandilla "Mara 18", por lo que al día siguiente las autoridades de la granja realizaron un desarme entre los "mareros".
Aunque "las autoridades tenían plena seguridad de que los 'mareros' no estaban armados", ordenaron su aislamiento en dos celdas, añade el informe. El día de la matanza, tras una reunión entre el jefe interino del centro, Oscar Sánchez, y los dirigentes de los "paisas", José Almendárez y Edgardo Coca, se ordenó la salida de los pandilleros a los patios.
El informe no establece de qué conversaron Sánchez, Almendárez y Coca, pero indica que, según testigos, el jefe advirtió a los dos reos: "Ya van a ver el cagadal (problema) que se les va a armar". Después, varios pandilleros atacaron a los dos dirigentes de los "paisas" y mataron a Almendárez e hirieron a Coca.
Así se desató "una batalla campal con armas blancas (cuchillas) y contundentes", y los pandilleros se refugiaron en sus celdas, que fueron bloqueadas por los "paisas" con diversos objetos.
"Acto seguido la policía empezó a hacer disparos y posteriormente la situación se empeoró cuando un interno impregnó una toalla" con combustible "y luego prendió fuego a las celdas, lo que provocó el incendio" de la granja, señala el informe. El informe del CONASIN señala que los investigadores no encontraron las cuatro armas de fuego que, según la policía, supuestamente tenían los pandilleros. |
