El Canal: esperanza de los panameños

La Nación

Los panameños están que revientan de impaciencia esperando que les suene el tambor de la alegría el 31 de diciembre a la 12 medianoche, porque a esa hora retorna a manos nacionales el canal de Panamá.

Dicho de otra manera, ese día el país amplía su frontera geográfica, concluye el proceso de reversión de áreas, se aumenta el patrimonio nacional y la vía interoceánica, usada solo con ese propósito, se convierte en el polo de desarrollo para el siglo que comienza, dado el potencial de sus zonas aledañas.

El Canal deja de ser únicamente la unión para la comunicación estratégica entre dos océanos. De esa fecha en adelante se convertirá en la avenida central del comercio internacional, pues millones de toneladas pasarán o serán descargadas en sus modernos puertos, además se explotarán sus riberas con servicios hasta entonces prohibidos por los militares estadounidenses a cargo de la custodia del Canal. Es el caso de nuevos negocios industriales, turísticos, ecológicos y de vías de comunicación.

El Estado panameño se volverá rico. ¿Cuánto es eso? Pasarán 25 años antes que el gobierno pueda desarrollar una tercera parte del área revertida, tal es el potencial que encierra.

Eso hace que las perspectivas de la economía nacional para 1999 sean halagadoras, con un crecimiento esperado del 4 por ciento. La inflación prácticamente no se siente, existen condiciones óptimas para la inversión extranjera y el sistema monetario-bancario -que transa $2.000 millones diariamente- posee estabilidad y solidez.

La modernización de la economía continuará, con la privatización de activos y la creación de incentivos para la inversión.

SIGLO NUEVO, VIDA NUEVA
Cuando se firmó el tratado Torrijos-Carter en 1977, Estados Unidos se comprometió a devolver a Panamá 94.000 hectáreas de tierra y todos los bienes que se ubicaran en esos terrenos: aeropuertos, escuelas, colegios, 17 iglesias de distinta denominación, centros sociales, residencias, barracas de los soldados, puertos, fuertes militares y otros. El valor de los terrenos y la infraestructura existente se estima en una suma cercana a los $3.200 millones.

El proceso de reversión empezó dos años después de suscrito el tratado, y desde entonces el gobiernonacional estableció los criterios para el mejor aprovechamiento de los bienes revertidos.


 

 

 

 

 






 

El Estado panameño se volverá rico. ¿Cuánto es eso? Pasarán 25 años antes que el gobierno pueda desarrollar una tercera parte del área revertida, tal es el potencial que encierra.

 

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