Si toma helados, evite que se descongelen y manténgalos hasta el momento de su consumo en el congelador. Los productos lácteos, una vez abiertos, deben guardarse en el refrigerador y consumirse rápidamente. Conserve los quesos frescos en el refrigerador, evitando cambios bruscos de temperatura. La temperatura ambiente acorta considerablemente su vida.
Guarde los aperitivos (aceitunas, pepinillos, cebolletas,...) en un lugar fresco y seco, al abrigo de la humedad y la luz. |