Los cancilleres de Panamá, Nicaragua y Costa Rica pidieron al secretario general de la OEA, César Gaviria la colaboración de ese organismo en la investigación sobre el tráfico de 3,000 fusiles AK-47 y 5 millones de municiones que fueron desviados a los grupos paramilitares colombianos.
Las armas fueron compradas por la empresa guatemalteca GIRSA a la Policía de Nicaragua, que las vendió bajo la creencia de que estaban destinadas a la Policía de Panamá.
La situación generó un rosario de acusaciones entre Panamá y Nicaragua, por lo que los cancilleres José Miguel Alemán, Norman Caldera y Guillermo Fernández de Soto, por instrucciones de los presidentes Mireya Moscoso, Enirque Bolaños y Andrés Pastrana, solicitaron la colaboración de la OEA en las investigaciones.
Los ministros piden que en un tiempo razonable se establezcan con certeza los hechos y se sugieran mecanismos para prevenir en el futuro situaciones similares.
En la nota a César Gaviria se solicita incluir dentro del proceso de investigación a los representantes de los tres países ante la OEA. |