Una misión liderada por soldados canadienses para encontrar los restos de Osama bin Laden en un cementerio en la región montañosa de Tora Bora terminó sin pistas sobre la presunta muerte del líder de la organización Al Qaeda.
Sin embargo, funcionarios dijeron que aún no había una certeza absoluta sobre si Bin Laden estaba vivo o muerto. La región de Tora Bora fue escenario de feroces combates e intensos bombardeos aéreos durante la campaña militar de diciembre y fuentes de inteligencia creían que era posible que Bin Laden pudiera haber sido atrapado en una cueva destruida por una bomba. La misión tenía particular interés, dijeron las fuentes a CNN, en una cueva destruida por los bombardeos estadounidenses después de que entre 40 y 70 combatientes de Al Qaeda fueran vistos correr hacia dentro de la instalación. Pero las tropas no pudieron encontrar la entrada a la cueva en cuestión entre las montañas de escombros.
La misión tuvo mejor suerte en una villa cercana, donde los lugareños informaron que habían enterrado a cerca de 25 combatientes árabes en el cementerio de la localidad. Las fuerzas excavaron al menos 23 tumbas en dos días. Tomaron muestras de ADN de todos los cuerpos para intentar su identificación, así como midieron su estatura. Ninguno de ellos era del tamaño estimado de Bin Laden. |