Hay gente con suerte. Todo lo reciben gratis, les invitan a giras turísticas, van a partidos de fútbol, obras de teatro, cocteles y/o eventos musicales. En fin, su vida está llena de placeres y gozadera. Esto, gracias a que el sitio donde laboran está relacionado con toda clase de eventos.
Una situación similar se respira en las oficinas del Estado. Cuando salen giras a varias provincias, son los primeros en apuntarse, pero no precisamente para trabajar, sino para pasear o escapar del estrés que los mata.
Algo igual ocurre en algunas empresas privadas, pues se envían a personas a ciertos eventos donde no van a trabajar y a los que tienen la responsabilidad de hacerlo se les restringe.
Una de las características del hombre precisamente es esa. Ser un aprovechado, sin importar que sus actuaciones afecten a una persona o una corporación que vive de los hechos que se registran día a día.
Es lamentable cuando se entregan boletos para actividades públicas a una persona con la finalidad de que ésta lo haga llegar a las personas que tienen que ver con el tema, pero en la mayoría de los casos no es así. Se lo reparten con los amigos o entre los miembros de la 'rosca' que en nada contribuyen.
Si realmente queremos a este país debemos enterrar para siempre actitudes egoístas que afectan a los propios compañeros de trabajo o tal vez a un público que se nutre del trabajo que se debe realizar. Si usted, que está leyendo esta escrito le ha ocurrido algo similar, sáquelo a relucir. Ya está bueno que el mismo grupito se beneficie. |