El proceso de votación de las elecciones generales de ayer se desarrolló sin mayores incidentes. Los panameños salieron a votar temprano dando una demostración de civismo.
Hubo algunos incidentes como los hechos lamentables que se dieron en Colón, que deben ser investigados por las autoridades, para deslindar responsabilidades.
La Policía y las autoridades electorales deben mantener la vigilancia hasta que se termine la proclamación de los ganadores de los 71 escaños de diputados, 75 alcaldías y 623 representantes de corregimientos. Es importante la vigilancia, porque es en esta fase, donde algunos inadaptados tratan de recurrir a la violencia, con el fin de torcer la voluntad popular.
La campaña tuvo una fuerte guerra verbal, pero al final triunfó la democracia. Somos una nación pequeña, donde todos nos conocemos y sin importar los ganadores y perdedores, lo que importa es el país.
Ahora corresponde preparar el proceso de transición de gobierno, para que la nueva administración tenga un conocimiento previo de lo que le espera. En los últimos años, la nación navegó en un mar de leche, pero las cifras revelan que habrá una desaceleración para éste y el otro año. Lo que le espera al nuevo inquilino del Palacio de Las Garzas, no será nada fácil y ahora tendrá que enfrentar la realidad de que muchas de las promesas que se hicieron no serán factibles de cumplir.
De igual modo, la experiencia de este año revela la necesidad de revisar aspectos como establecer topes de gastos en la campaña electoral y fijar un calendario fijo para celebración de las primarias.