Después de tanto escuchar sobre el secreto "mejor guardado" de la boda real, el vestido de novia, es hora de voltear la mirada al gusto de las latinas por el traje más emblemático de sus vidas.
Las mujeres con curvas adoran los vestidos "strapless" y aunque las mangas con encajes están de moda, hay quienes prefieren mostrar sus brazos y escotes, con trajes acampanados y con múltiples capas de tela bajo las caderas.
Primer dilema: comprar el vestido o "crear" un modelo personal. En ambos casos hay que buscar el traje que mejor se adapte a la silueta física, y si hay que hacerle ajuste, es mejor comprar un traje de una talla más grande que proponerse bajar dos tallas.
Para las mujeres trigueñas y morenas se recomienda el blanco vainilla, y para las mujeres blancas o bronceadas, el blanco marfil.
Si la novia tiene el cuerpo como "reloj de arena" un corte sirena con escote es el ideal.
Para quienes tienen una contextura gruesa, deben crear un balance con una falda corte "A"; y si tiene busto, deberá elegir un escote que llame la atención y se convierta en el segundo punto de interés.
Las telas van desde el podesua, que es satinada y estirada, hasta el chifón o tela de gasa, que es más fluida y les da mayor movimiento a los trajes con detalles de plisados.