Pagaron para matarlo. Sus verdugos no creyeron que había cambiado. Esa es la convicción de un familiar de Juan Eloy Hernández Rodríguez, de 28 años, quien fue asesinado de cuatro tiros.
La víctima estaba resocializada. Salió de prisión en septiembre del 2010, pero hasta Los Llanos de Felipillo fue acechado y eliminado.
"Juacín", como sus amigos y familiares llamaban a Juan Eloy, se encontraba en el patio de su casa, la No. 252, cuando a las 8:10 de la noche del Domingo de Resurección dos gatilleros llegaron y lo asesinaron.
Su cónyuge se encontraba adentro de la vivienda viendo la película La Pasión de Cristo, y desde la ventana vio los fogonazos de los tiros.
Un vecino contó que los criminales realizaron al menos 12 disparos, pero la anatomía de Hernández recibió cuatro: en el tórax, abdomen y dos en la pierna izquierda, según su pareja sentimental.
Mal herido, Hernández Rodríguez fue llevado en un taxi hasta el Hospital Regional de la 24 de Diciembre, desde donde fue transferido al Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás. Sin embargo, a las 5:00 de la madrugada de ayer, lunes, dejó de respirar.
En el hospital, Hernández fue operado. Los policías que investigan el caso, pensaban que iba a sobrevivir.
De acuerdo con su cónyuge, él estaba vivo y lo único que no sentía eran las piernas, por los proyectiles.
Juan Hernández pagó 10 años de prisión por un homicidio. Era oriundo de Calle 23 de El Chorrillo. En la cárcel se hizo electricista y soldador. También se convirtió a evangélico. El próximo 8 de mayo cumpliría años. Dejó en orfandad tres hijos: dos niñas y un varón.
Las autoridades siguen pistas para atrapar a los asesinos.