Premio Sinán de la Tecnológica
emprende viaje para El Salvador
Eduardo Soto P
Crítica en Línea
Mayra Barraza, esposa del
poeta Miguel Huezo Mixco, ganador del Premio Sinán de la Universidad
Tecnológica, se sentó en un rincón invisible de la
cama para escuchar las respuestas que su marido le iba dando al periodista.
Siempre estuvo al alcance de la vista, como un libro de consulta, cuando
Miguel quiso garantizar la veracidad de sus palabras, que ella confirmaba
con un respetuoso "mjm", que le salía diáfano y
seguro del fondo del estómago.
Huezo es un agnóstico ex guerrillero del Frente Farabundo Martí
de Liberación Nacional, y su libro ganador del Sinán, "Comarcas",
no es más que el inventario que el poeta supo hacer de la guerra
fratricida en la que participó durante 10 años, y que le había
dejado una pandilla de fantasmas hasta ahora conjurados.
Escribir "Comarcas" le tomó cuatro años. Los
versos vieron su primera luz en El Salvador, y luego viajaron en el talego
del poeta a Estados Unidos y Europa. Fue en París donde Huezo Mixco
le dio las penúltimas pinceladas, antes de regresar a tierra natal
a padecer los toques finales, para enviarlos después en sobre cerrado
a Panamá.
Con esta obra, "la idea más compleja que he tenido en poesía",
Miguel trabajo por primera vez en una mesa, con luz y todos los recursos
intelectuales a disposición. Antes, durante la guerra, los versos
le llegaron en medio de las batallas y había que escribir de susto
en susto.
Miguel dice que el proceso de hacer poesía es largo y siempre
tenso. Primero es cuestión de "sacarse la piedra viva, en bruto",
para después irla puliendo. Los versos primitivos, sacados del alma
en momento de inspiración y pasión pura, se van mejorando
luego de mucho leer a otros poetas, para aprender de ellos nuevas técnicas,
y de investigar datos sacados de las más diversas disciplinas. Huezo,
para entender un poco las vivencias de los duendes de su obra, hasta aprendió
a armar barcos a escala.
¿Por qué mandar los versos a Panamá?
"Comarcas" llegó al concurso Sinán por un poco
de casualidad, mezclado con algo de alegres circunstancias y buena estrella.
Miguel considera afortunada la influencia en sus obras del poeta suizo Blaise
Cendrars, quien es precursor de la poesía moderna al usar recursos
del reportaje cinematográfico y expresarse en prosa, pero con elevada
estatura poética. "Justamente uno de los poemas principales
de Cendrars que conocí se llama El Canal de Panamá o las aventuras
de mis siete tíos", dice Huezo Mixco. En esta obra se narran
las peripecias de los siete tíos franceses durante la construcción
de la vía, y se describe maravillosamente el paisaje tropical del
istmo.
"Hoy me doy cuenta que con el premio en Panamá se cierra
más bien la Comarca", agrega el poeta, quien interpreta como
una casualidad mágica el enterarse de la relación de Panamá
con su obra y los vía crucis centroamericanos.
Huezo, quien considera su trabajo como editor de libros en una empresa
estatal tan técnico como el de plomería o el de un sastre,
terminó la entrevista diciendo a los jóvenes poetas panameños
que "tienen que sacarse sus fantasmas de alguna manera () nunca dejar
de escribir () corrijan, corrijan, corrijan () y echen muchos borradores
a la basura".

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El ganador del premio Sinán de la Universidad Tecnológica
labora como editor en una imprenta estatal y está casado con una
pintora que también enseña, en casa, artes plásticas.
Tiene cuatro hijos: Daniel, Mariana, Rodrigo y Roberto, este último
conocido entre ellos como "¡el enano perverso!" por ser
"especialmente travieso". La poesía le sirvió para
insertarse en la vida normal de El Salvador después de la guerra.
Especialmente porque "quienes vienen del frente no son bien vistos"
y los versos le sirvieron de armadura. |

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