CONSULTORIO MEDICO
Tratamiento con láser

Dr. D.H. Hiller

ESTIMADO DR. HILLER : Hace un mes, mi hijo de dos años tuvo una infección de oído y el doctor dice que aun tiene líquido en los oídos. ¿Es esto normal ? Esta es su cuarta infección en un año, y estamos considerando ponerle tubos en los oídos. He oído que existe un nuevo procedimiento que puede usarse en vez de los tubos. ¿Es cierto ?.

ESTIMADO LECTOR : Antes de cumplir los dos años, más del 80% de los niños han tenido al menos una infección de oído, y en algunos niños éstas suelen volver a ocurrir con frecuencia. Incluso después de que se controle una infección, a menudo se tardan semanas o meses en que desaparezca el líquido que se ha acumulado detrás de los tímpanos. Algunas veces se usan tubos que se insertan quirúrgicamente para controlar estos problemas, pero un método más barato, rápido y cómodo llamado miringotomía asistida con láser (LAM) puede ofrecer una alternativa a algunos pacientes.

La otitis media, que significa literalmente inflamación del oído medio ("oto" es oído, "itis" es inflamación y "media" es medio), comienza cuando los virus o las bacterias de la nariz o la garganta entran en el oído medio a través de la trompa de Eustaquio. Esto es más frecuente en los bebés y en los niños pequeños porque las trompas de Eustaquio son más cortas y más planas que las de los adultos. La inflamación y la trompa de Eustaquio durante una infección del oído al impedir que se drenen el líquido y las mucosidades que se producen dentro de los oídos. Este exceso de líquido (efusión) que permanece después de que la infección activa haya cesado causa incomodidad y aumenta el riesgo de nuevas infecciones al crear un caldo de cultivo para los gérmenes. También puede dificultar la audición al inhibir el movimiento del tímpano y de los huesillos del oído medio.

Rara vez la Otitis Media causa sordera permanente. Una vez que la inflamación y la efusión disminuyen, la audición vuelve a la normalidad. Pero incluso los casos leves de otitis media se tratan de forma agresiva si la audición sufre problemas durante un periodo apreciable de tiempo. Eso se debe al temor de que incluso una pérdida temporal de audición durante la época en la que el niño está adquiriendo el lenguaje pueda retrasar o afectar de manera permanente el desarrollo del mismo.

Aunque esta enfermedad es común, la manera de ser tratada a veces no es directa. Los tratamientos más comunes son los antibióticos y la implantación de tubos.

Los antibióticos pueden inhibir el crecimiento de la bacteria, incluyendo aquella que causa la otitis media. Aunque los antibióticos son muy valiosos para tratar infecciones, cuanto más se usan, más probable es que surjan brotes de bacteria resistente a los antibióticos que hará que estas drogas que pueden salvar vidas se vuelvan ineficaces. Además de esto, no todos los casos de otitis media son causados por bacterias, entre un 10 y un 50% son causados por virus. Los antibióticos sólo son efectivos contra las bacterias.

Un 80% de las infecciones de oído se curan por sí solas en una o dos semanas. El uso de antibióticos puede aumentar ese índice hasta casi el 95%. Con el potencial de efectos secundarios a causa de la medicación, más y más doctores están empezando a dudar a la hora de recetar antibióticos a la primera señal de inflamación de oído. Cuando existe efusión pero faltan signos claros de infección, los doctores pueden mostrarse reacios a hacer nada que no sea observar la enfermedad. Si la efusión aun está presente después de tres a seis meses, y especialmente si la audición se ve afectada, se deben considerar el uso de antibióticos u otras medidas.

No sólo los antibióticos son útiles en el tratamiento de la otitis media, sino que la dosis pequeñas se suelen usar durante varios meses como medida preventiva en niños con casos frecuentes y recurrentes de otitis media.

Cuando los antibióticos no son efectivos para tratar o impedir la otitis media, se pueden insertar quirúrgicamente unos tubos de plástico, llamados también tubos para igualar la presión o tubos timpanostómicos. Se realiza una miringotomía para crear un canal en el tímpano a través del cual se inserta el tubo. Ya que la miringotomía permite la salida inmediata del líquido del oído medio, este procedimiento logra una mejora más rápida en la comodidad y en la audición que los antibióticos. Mientras está colocado (normalmente de unos cuatro o doce meses), el tubo mantiene la apertura creada por la miringotomía e impide que vuelvan a darse casos de efusión. Aunque es muy efectiva, el uso de esta intervención se ve limitada por su alto coste y la necesidad de anestesia general, una sala de operaciones y cuidado prolongado para impedir que los gérmenes entre en el medio oído a través del tubo.

En los últimos años, se ha introducido un procedimiento llamado miringotomía asistida por láser, o LAM. Logra el mismo objetivo de la implantación de tubos a una fracción del coste ($200-$400) contra $2000-$4000) y con menos inconvenientes. Este procedimiento causa pocas incomodidad y puede ser llevado a cabo en la consulta del médico con el niño despierto y los padres presentes. Un láser hace un pequeño agujero en el tímpano, que, a diferencia de la miringotomía quirúrgica, no necesita de un tubo para impedir que el agujero cicatrice demasiado rápido. El agujero creado con el LAM permanece abierto durante dos a tres semanas, tiempo suficiente para curar muchos casos de otitis media.

Un régimen que puede impedir las infecciones de oído -que es tanto siempre como poco convencional- es el uso de chicle de mascar endulzado con el substituto del azúcar xilito o un sirope de control. El uso del sirope de xilitol disminuyo el número de niños que padecían de otitis media en este grupo en un 30%.

Algunas medidas de comportamiento y del medio ambiente pueden ser útiles para reducir los casos de infección, como el evitar las guarderías, donde las enfermedades se contagian fácilmente de niño a niño ; evitar el humo de los cigarrillos ; y evitar los chupetes. La lactancia materna en vez de a través de biberón también puede ser útil para impedir la otitis media.

La otitis media no debe ser tomada a la ligera. Si se ignora la enfermedad se pueden causar daños permanentes del oído, difusión de la infección y otras complicaciones. Pero con el cuidado adecuado, la mayoría de los pacientes podrán evitar consecuencias duraderas. Incluso los niños con otitis media recurrente normalmente dejan esta propensión al crecer, pero mientras tanto, el cuidado profesional y otras precauciones pueden servir para impedir la condición o reducir su incidencia.

 

 

 

 

 





 

Aunque esta enfermedad es común, la manera de ser tratada a veces no es directa. Los tratamientos más comunes son los antibióticos y la implantación de tubos.

 

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