EDITORIAL
Alarmante endeudamiento
Alarmante es el adjetivo apropiado para definir el nivel de endeudamiento que experimenta el país; el verbo preocupar, en cambio, es la parte conjugable por varios sectores de la nación que ya están expresando su sentir sobre este problema de la economía criolla.
La deuda que ha alcanzado Panamá en concepto de préstamos, ya llega a los 8,000 millones de dólares. Gran parte es herencia de la dictadura militar, pero también los gobiernos democráticos tienen su cuota de responsabilidad.
Entre funcionarios del anterior y del actual gobierno se ha generado un debate sobre quién ha endeudado más al país. Lo sucedido ya es historia; lo que nos debe preocupar es el futuro y adoptar medidas para evitar esa espiral de endeudamiento.
Varios países de Sur América, sobre todo Argentina han enfrentado graves dificultades a causa del manejo inadecuado de su nivel de endeudamiento. Veían venir el problema y no hicieron nada, hasta que la cosa explotó y hubo que tomar acciones peores a las que se podían adoptar con anticipación.
Un país que no genere ingresos, es un pueblo condenado a vivir de la mendicidad de los organismos financieros internacionales y que, al final, conduce en un estado de bancarrota, que ya experimentaron los hermanos de suramericanos.
La grave situación del endeudamiento preocupa. Nos es para más cuando lo dice el propio Raúl Delvalle, nuevo presidente de la Cámara de Comercio, durante el discurso de toma de posesión.
Delvalle ha dejado claro que la carga económica puede alcanzar límites insostenibles que conducirían a Panamá hacia fenómenos similares a los experimentados en otras naciones.
Es razonable que se pida dinero para proyectos de infraestructuras, pero lo irrazonable es que se utilicen esos préstamos para gastos de funcionamiento.
La economía aún no despega. Preguntamos ahora: ¿De quién es la culpa? ¿Del gobierno anterior? Lo cierto es que el país le ha caído una plaga que impide sacar a flote el barco que nos conducirá a hacia aguas estables, que nos haga ser un país próspero, donde no se hable de la existencia de factores críticos que impiden el enamoramiento de los inversionistas.
Se espera que quienes estén hoy y mañana al frente, controlando el timón de la nación, adopten las medidas apropiadas para frenar el endeudamiento que está ahorcando la maltrecha economía.
PUNTO CRITICO |
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