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El tomate es un alimento nutritivo y refrescante que, por su sabor y precio, forma parte de la dieta de la mayoría de los panameños.  |
Los Santos, Herrera y Coclé representan el 98% de la superficie de siembra de tomates a nivel nacional, revela un informe del Departamento de Divulgación del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA).
Las zonas potenciales de la provincia de Los Santos las ubicamos en los distritos de Tonosí, Pocrí, Macaracas y Guararé; en tanto que en Herrera descuellan Parita, Chitré, Pesé y Santa María, mientras que en Coclé resaltan Aguadulce, La Pintada, Natá y Antón.
En las tierras bajas de las provincias centrales se siembra todo el año. En la época lluviosa el cultivo es frecuentemente afectado por enfermedades que encarecen los costos de producción. Mientras que en la época seca, las condiciones del clima favorecen una buena calidad del fruto y buenos rendimientos.
Entre los 75 ó 80 días después del transplante, inicia la primera cosecha, por lo cual se deben eliminar los frutos con pudrición apical y sólo cosechar frutos rojos y sanos. La presencia de frutos de diferentes tamaños y estados de maduración amerita continuar con el riego y los controles fitosanitarios para garantizar las tres cosechas adicionales, de acuerdo al informe.
CARACTERÍSTICAS
Se requiere de un suelo profundo, franco, franco arcilloso o limoso, bien aereado, bien drenado sin compactación. De 11 a 12 horas de luz solar para un desarrollo pleno y agua para desarrollo vegetativo de 60 a 70%.
Para la germinación debe haber una temperatura de 15 a 22ºC, para el crecimiento vegetativo 20 a 25ºC, y para la floración18-24ºC.
Por su parte, conforme al Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP), la fertilización debe realizarse según análisis de suelo. Generalmente en suelos de media a alta fertilidad se recomienda de 15 a 18 quintales por hectárea.
En la región de Azuero el tomate es atacado por diversas especies de insectos, informa el IDIAP, por lo que el monitoreo continuo de las plagas nos indica si existe daño económico al cultivo. Para ello debe aplicarse producto químico adecuado y con la dosis recomendada, considerando las medidas de protección como para los organismos benéficos presentes en el cultivo. |