Un partido menos y misma distancia de seguridad. Eso es lo que consiguió el Barcelona ante Osasuna (2-0), en un partido espeso de los "azulgrana", con un equipo plagado de suplentes y la cabeza y las piernas puestas en las semifinales de la Champions ante el Real Madrid.
Un tanto de David Villa, en el primer tiempo, y otro de Leo Messi, a dos minutos para el final, rubricaron la victoria en uno de esos partidos molestos en el calendario, en medio de una final copera y una semifinal europea.
Y con el 2-0, el Barça cumplió su objetivo: sumar como fuera los tres puntos y mantener la diferencia de ocho puntos con quince por jugar. No hizo gran cosa el equipo de Pep Guardiola, que marcó en los dos remates a puerta que intentó. De salida, el Barça jugó veinte minutos sin tensión, plagados de errores, resueltos con un tanto de David Villa.