Irónicamente la famosa Calle del Agua, que en época de Navidad, es muy visita por su vistoso Paseo de Luces, hoy es escenario de un deprimente acto inhumano, en perjuicio de un hombre enfermo y abandonado por sus familiares.
Se trata de Blas Esturaín de 77 años, quien luego de trabajar por 40 años en una fonda, no cuenta con que comer, vive a expensas de la buena voluntad de sus vecinos, que por suerte no lo han abandonado.