La nueva policía de Irak, entrenada por fuerzas de la coalición, está infiltrada por grupos insurgentes iraquíes.
Así lo reveló el general Martin Dempsey, del ejército estadounidense, quien precisó que el 10% de los nuevos agentes policiales eran rebeldes y que otro 40% sencillamente abandonó su trabajo debido a las intimidaciones.
Dempsey, quien comanda las unidades militares a cargo de Bagdad, aclaró sin embargo que el resto del nuevo cuerpo policial se mantiene con la moral en alto y "firme".
"El 40% de ellos (los policías iraquíes) dejaron el trabajo porque fueron intimidados y cerca del 10% trabajan en nuestra contra", precisó Dempsey, en una rueda de prensa.
Sus declaraciones se produjeron después de nuevos choques con patrullas estadounidenses en los alrededores de Faluja, que permanece bajo control insurgente.